La familia tiene un papel fundamental para criar, satisfacer las necesidades, transmitir valores, conocimiento y educación suficiente hacia las hijas y los hijos. Por lo tanto, la maternidad y la paternidad no son fáciles, requieren de la contribución de un proceso educativo para fortalecerse; desde el área de psicopedagogía de PRAE propiciamos dicho proceso a través de la intervención psicopedagógica, siendo un acto educativo planificado para contribuir al mejoramiento del aprendizaje e impactar en otras áreas del desarrollo infantil.
La conducta en los niños es voluble e inesperada, en ocasiones la familia muestra ansiedad y desesperación al no poder controlar berrinches o atender de manera correcta los cambios de humor. Para orientar a las familias sobre el manejo de berrinches nos basamos en los 9 principios que Vidal Schmill menciona en su libro sobre “Disciplina Inteligente”:
- No hagas tú también un berrinche. Se tú quien conserva la cordura a pesar de la falta de cordura temporal de tu hija o hijo.
- No le grites (no compitas en volumen, tono e intensidad).
- No trates de razonar con ella o él (por el momento no escuchan, están bloqueados momentáneamente a todo intento de comunicación).
- No le pegues (empeorará el berrinche).
- No remedes o te burles de ella o él (las personas pueden ponerse frenéticas).
- Deja que acabe de hacer su berrinche, solo intervén físicamente si intenta golpear a otras personas o destruir cosas que no le pertenecen. Si se golpea, deja que lo haga, hasta que comprenda que no le funciona lastimarse.
- Si la situación es embarazosa o muy molesta para otras personas, puedes salir del lugar con la niña o el niño en brazos (no les arrastres, por favor), espera entonces a que acabe el berrinche.
- Una vez que la situación se calme, debes sostener con ella o él una breve platica, tranquila pero firme, en la que le dejes claro que los berrinches no son el camino para lograr lo que desea.
- Cuando un berrinche se desata como consecuencia de no haberle dado algo que deseaba, no cometas el error de concedérselo para evitar o callar el berrinche, pues te convertirás en su esclava o esclavo y serán tu tirana o tirano.
Es importante el acompañamiento profesional, ético y con calidez para brindar la atención que necesita la familia al hablar sobre las Necesidades Educativas Especiales (NEE) en sus hijas o hijos, principalmente cuando se trata del manejo de berrinches. Educar no solo requiere de tiempo y disposición, también de congruencia y practica de los valores día con día, actualizarse en temas de familia y aprender a comunicarnos de manera efectiva, aceptando nuestros errores y enfrentar los nuevos retos de educar al otro. No podemos educar a nuestras hijas e hijos como lo hicieron nuestros padres, pues nuestros padres nos educaron para un mundo que ya no existe.
Las familias necesitan preparar y reparar el terreno para una disciplina inteligente, donde vale la pena cuestionar que las emociones y las conductas no son fijas, no son formas de ser permanentes, son pasajeras y cambiantes, somos seres en constante movimiento. Revisa, aprende a observarte, reflexiona sobre tu comportamiento y tendrás mayor oportunidad al momento de educar para transformar.
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Referencias
Schmill, V. (2015). Disciplina inteligente: manual de estrategias actuales para una educación en el hogar basada en valores. PEA.